sábado, 13 de septiembre de 2008

Nueva agresión contra Cristina Auerbach, defensora de DH

Atentado podría vincularse con apoyo a viudas de mineros



Por Gladis Torres Ruiz

México DF, 12 sep 08 (CIMAC).- Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) denunciaron el intento de agresión que sufrió esta semana la defensora de los derechos humanos Cristina Auerbach Benavides, integrante del Equipo Nacional de Pastoral Laboral y quien desde el 21 de febrero de 2006 acompaña a viudas y familiares de Pasta de Conchos.

Lo anterior se desprende de un comunicado en el que las organizaciones Familia Pasta de Conchos, Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los derechos para todas y todos”, exigen una investigación a fondo que permita identificar y sancionar a los agresores.

El pasado 9 de septiembre Cristina Auerbach llegó a su casa alrededor de las 18:00 horas, estacionó su camioneta en la calle. Más tarde a las 20:30 horas, al guardar la camioneta ésta indicaba “presión baja en las llantas”.

Al día siguiente, miércoles 10, alrededor de las 7:30 horas, al sacar la camioneta, ésta presentaba la misma advertencia por lo que decidió llevarla a una vulcanizadora, en la que le comunicaron que había un clavo y una tuerca en una de las llantas, pero que estaban “sorprendidos de que la camioneta hubiera llegado sin ‘siniestrarse’, ya que todos los birlos de las 4 llantas habían sido aflojados”.

Se descarta de manera absoluta, dice el comunicado, que el evento fuera “accidental”, porque no había sido necesario cambiar alguna llanta a la camioneta, ni era posible que todos los birlos de todas las llantas se aflojaran al mismo tiempo sin que se tratase de un acto deliberado.

El documento precisa que los hechos sucedieron a las afueras del domicilio de la defensora, donde vive desde hace apenas dos semanas, y en ausencia de su escolta, quien por motivos de salud se tuvo que retirar.

AGRESIONES ANTERIORES

Cabe recordar que Auerbach Benavides, el 19 de junio de 2007, sufrió una agresión al ser víctima de un asalto a mano armada en el estacionamiento de su casa. La encañonaron, le exigieron sus pertenencias y robaron su automóvil, además de que estuvo en riesgo porque le fueron sustraídas medicinas fundamentales, la golpearon y arrojaron al suelo.

Por ello, y luego de denunciar la agresión del 19 de junio de 2007, se le asignó una escolta de manera permanente por parte del Gobierno de la Ciudad de México, como medida cautelar.

NO ES CASUAL

En este sentido las OSC que suscriben el documento señalan que “no es casual” que este último acto de intimidación ocurra cuando a las viudas y familiares de las víctimas de la mina Pasta de Conchos, se les ha reconocido interés jurídico dentro de diversos procedimientos.

Esto significa que, finalmente y después de casi 31 meses, tanto las viudas como las familias tendrán acceso a los expedientes y a los tribunales para la defensa de sus derechos; así como ante la posibilidad de que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emita una nueva recomendación sobre el caso.

Es por ello que exigen una explicación, “porque en este hecho, como en muchos otros, la inseguridad se tiñe otra vez de impunidad permitiendo que los derechos y la vida de las defensoras y defensores de derechos humanos puedan ser vulnerados bajo el silencio de las autoridades”.

Reiteran que el Equipo Nacional de Pastoral Laboral y los Centros de Derechos Humanos son parte de la Organización Familia Pasta de Conchos, quienes mantienen y fortalecen su compromiso con las familias para que les sean devueltos los restos de sus familiares, atrapados en la mina donde ocurrió el accidente el 19 de febrero de 2006, y se castigue a los responsables.

LAS VIUDAS DE PASTA DE CONCHOS

Aquel 19 de febrero de 2006 ocurrió una explosión en la mina carbonera 8, Unidad Pasta de Conchos, en San Juan Sabinas, Coahuila: 73 mineros quedaron atrapados bajo los escombros, 8 de los cuales fueron rescatados con heridas y quemaduras graves, dos más sin vida y los cuerpos de 63 restantes permanecen desde entonces en la mina.

Las viudas y familiares de los mineros, integrantes de la organización Familia Pasta de Conchos, convirtieron su dolor en espíritu de lucha, en reclamo para que los cuerpos se rescaten, han señalado en diversas ocasiones.

Desde entonces, junto con Elvira Martínez, viuda de Vladimir Muñoz, han estado en resistencia María del Refugio López, Lourdes Zapata, Teresa Contreras, también viudas, y familiares como Alma Álvarez, Trinidad Cantú, Raúl Villasana y las OSC Equipo Nacional de Pastoral Laboral y la Diócesis de Saltillo, que dirige el obispo Raúl Vera López.

Por más de dos años, Industrial Minera México (IMM), presidida por Francisco Javier García Quevedo y propiedad de Germán Larrea, ha dicho que no existen condiciones de seguridad necesarias para ingresar a la mina y rescatar a los mineros, pero el 15 de mayo de 2008, personal de la empresa entró para sellar la bocamina.

08/GT/GG

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