miércoles, 2 de julio de 2008

A puerta cerrada de Marcela Gómez Zalce (MilenioDiario)

Las travesuras del 2 de julio.
Napito en convención en Las Vegas

[...] En el marco de la impresionante convención anual de los USW aquí en las Vegas, el caso de los atropellos contra los trabajadores mineros está en una agenda de globalización sindical desarrollada por su presidente, Leo Gerard quien hizo señalamientos importantes acerca de las arbitrariedades llevadas a cabo en contra del líder Napoleón Gómez Urrutia… quien compartirá mañana cartelera con varios personajes entre los que destacan John Sweeney, presidente de la poderosa confederación de sindicatos AFL-CIO, Dereck Simpson, secretario general de Unite -el sindicato más poderoso de Inglaterra- y Barack Obama, candidato demócrata quien, va de más decirle, sabe de sobra la categoría e importancia de este foro.Y como entretenida novedad, Napoleón certifi cará hoy en su simpático mensaje, my friend, la internacionalización de la lucha de los mineros donde con el hilo conductor de los USW -que por cierto hoy anuncian una alianza con Unite (sindicato con más de dos millones de miembros) detonando la estratégica semilla en el camino de la globalización- se solicitará la solidaridad moral, política y económica de todos sus agremiados para, primero ayudar a las más de 2 mil familias que están en huelga hace casi un año en Cananea, Sombrerete y Taxco y segundo, para continuar con la lucha de los mineros en defensa de su autonomía y en contra de los atropellos y excesos represivos del gobierno de Felipe Calderón con la complicidad de Grupo México de Germán Larrea.O sea, mi estimado, Gómez Urrutia delinea la siguiente fase de su estrategia con tres muy sugerentes caminos: por un lado el apoyo moral a lo que se está convirtiendo en un emblema internacional de lucha y resistencia como son los mineros mexicanos y su líder. Por el otro, en el plano económico para seguir sosteniendo la resistencia pese al congelamiento del gobierno de Felipe de las cuentas sindicales y en el último, el político.Es decir, tener voces acreditadas que hablen por los mineros, las ilegalidades aderezadas de represión y las delicadas secuelas en el ámbito de los derechos laborales. Voces que son escuchadas en las distintas esferas del poder estadounidense y que incluye, my friend, su Congreso. ¿Vamos bien o me regreso?

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