¿Quiénes Somos?
Somos un grupo de ciudadanos que defiende el medio ambiente y el patrimonio cultural de San Luis Potosí. Lo que nos mueve es la vida, la cultura, el pasado histórico como legado que nos permitirá desarrollar un presente más equilibrado y armónico entre el medio social con el medio natural. Salimos a la luz pública el 15 de junio del 2008 a través de un desplegado suscrito por cientos de potosinos y potosinas que fue publicado por la prensa local, en el que exigimos el cierre de IMMSA y llamamos la atención de la sociedad civil y las autoridades ambientales para buscar soluciones en común y lograr que las políticas ambientales y culturales correspondan a nuestra realidad y a una visión de largo plazo.
Hemos visto impávidos la destrucción del Cerro de San Pedro por una empresa canadiense, como también hemos permitido la continúa demolición de fincas históricas y otros bienes culturales sin que nadie ponga un alto; también es creciente el deterioro del medio ambiente causado por la Industrial Minera México al norponiente de la capital potosina, como de otras empresas ubicadas en la ciudad y en el resto de la entidad sin que encontremos una verdadera voluntad del gobierno en sus tres niveles para preservar el medio ambiente y el entorno cultural.
Somos un grupo abierto a nuevas adhesiones de ciudadanos y grupos sociales con nuestros mismos objetivos: un medio ambiente saludable y el patrimonio cultural.
Editorial
¿Los científicos con el gobierno-empresa o la gente?
Desde la década de los 90 se comenzó a consolidar una nueva generación de científicos en distintas disciplinas adscritos en varias instituciones académicas como la UASLP, COPOCYT e IPICIT, los cuales han hecho aportaciones significativas sobre el impacto de la contaminación generado por la Industrial Minera México en la capital potosina y el tiradero de desechos industriales ubicado en Guadalcázar, sólo por mencionar dos ejemplos muy conocidos. Empero, al paso de los años, de las dietas jugosas y estancias en el extranjero, el grupo de científicos comprometidos con su entorno social cambiaron de actitud en su mayoría y sus investigaciones, lamentablemente, se plegaron a los intereses del gobierno como promotor de la inversión y de empresas contaminantes tanto locales como foráneas. Tenemos el caso de la UASLP, cuyo dictamen que estableció 100 condicionantes para la Minera San Xavier, fue decisivo para la autorización de las operaciones de esta empresa, pero el comité que iba a darle seguimiento a ésta brilla por su ausencia. Otro caso ilustrativo en el que también la UASLP ha tenido un papel relevante es en las investigaciones sobre la contaminación de la Industrial Minera México, se documentó la contaminación por plomo y otras sustancias minerales en sectores vulnerables de la población, pero a la fecha los científicos que hicieron este trabajo ahora consideran que han disminuido los niveles de riesgo y que los afectados de hace una década gozan de cabal salud, cuando la población asentada en las inmediaciones de la planta sigue padeciendo las emanaciones tóxicas de la empresa. ¿Dónde quedó el compromiso social de nuestros científicos?
San Luis Potosí, entre los estados con más sitios contaminados del país
La Pedrera, Bachoco, Industrial Minera México, tiradero de Peñasco, Químicas de México, la Termoeléctrica de Tamuín…
El gobierno federal detectó 31 sitios con los más elevados índices de contaminación en el país. La cifra real es de cientos o quizá miles. Y aún más, ni siquiera se tiene un estudio nacional de los efectos nocivos para la población cercana o que vive entre esa basura tóxica.
Requieren atención urgente predios en San Luis Potosí, Guanajuato, Chihuahua, Baja California, Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Zacatecas y el estado de México. Peligro, enfermedades mortales, malos olores, daños al ecosistema e irresponsabilidad, eso es lo que se puede hurgar entre los desechos peligrosos. Al problema poco se le ve, pero en cualquier momento estallará pues afecta a millones de personas que residen cerca o incluso en las mismas zonas intoxicadas. Y aún no existe un inventario de sitios contaminados. Y, aunque hay certeza científica de que los contaminantes provocan daños serios a la salud de la población, también se carece de información que permita cuantificar el daño.
Si vive en San Luis Potosí, en Sonora, en Guanajuato, en el estado de México, en Chihuahua, por ejemplo, es muy probable que usted esté en algún grado de riesgo y no lo sepa. La lista oficial de los sitios más contaminados incluye decenas de tiraderos clandestinos con residuos industriales, químicos, toneladas de tóxicos abandonados, escorias de la industria minera, terrenos de fabricantes de plaguicidas, tierras saturadas de llantas e instalaciones de Ferrocarriles Nacionales de México.
Los vecinos del fraccionamiento Villas de Altamira, en Tamaulipas, repararon en la imagen por el olor a putrefacción que desprendía. Apareció de la noche a la mañana hace un par de semanas cerca de sus casas. Cuando abrieron el Road King blanco, propiedad de Transportes Especializados de Reducción, los ojos rozaron con 13 toneladas de restos humanos procedentes de un centro médico de Tijuana. Una cama de hospital representa kilo y medio de basura biológica infecciosa al día, dice la Secretaría de Salud.
Con esa metodología calculan que diariamente se generan en México al menos 191 mil toneladas de gasas con sangre, tejidos, medicamentos y otras secreciones.
En total, la emanación de residuos peligrosos asciende a entre tres y siete millones de toneladas anuales, dice el Instituto Nacional de Ecología. Esa cifra comprende sustancias y agentes con características corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas e inflamables.
Pero en todo México sólo existe un confinamiento autorizado con infraestructura para controlar basura peligrosa: Residuos Industriales Multiquim (RIMSA), en Mina, Nuevo León.
La segunda preocupación del gobierno es Guadalcázar, la Pedrera en San Luis Potosí. Un confinamiento de residuos peligrosos irregular. (Ahora el predio fue “remediado”, la acción fue defendida y avalada por un científico de la UASLP).
De acuerdo al estudio de la Semarnat, son 10 los sitios de la entidad potosina en los que se pueden identificar además de La Pedrera, la planta de Bachoco, ubicada por el Periférico Sur; el Eje 112, de la zona industrial capitalina; el basurero de Peñasco y los patios ferroviarios.
También menciona otros cinco lugares, sin detallar con precisión por qué están dentro de la lista: Gloria Escondida, Kilómetro 193, Anhidro Ftálico, Ladrillera y Las Trancas. Entre los daños que causan estos lugares son enfermedades mortales, malos olores y daños al ecosistema.
Pero de acuerdo a la ecologista Evangelina Nuñez, los sitios en la capital potosina son más: la Industrial Minera México, Químicas de México y las aguas negras del Tanque Tenorio.
Los vecinos de la colonia El Llano padecen los efectos de los materiales que utiliza Químicas de México e incluso los vidrios de las casas se “polarizan” por el flúor que tiene acumulado la empresa hasta formar una enorme montaña.
En el interior del estado, dijo, tenemos a la Termoeléctrica de Tamuín y los daños que está causando a la Laguna de San Vicente, la cementera de Cerritos y la grave deforestación que se registra en la zona boscosa de Alaquines.
Fuente: La Revista de El Universal y La Jornada SL
Viernes 23 de septiembre de 2005
Noticias
APLICA LA PROFEPA NUEVO PLAN CONTRA EL TRÁFICO DE VIDA SILVESTRE EN CHARCO CERCADO, SAN LUIS POTOSÍ 19/Abril/2006
México, DF, abril 19. Para eliminar el tráfico de vida silvestre en la zona de Charco Cercado, San Luis Potosí, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Profepa, trabaja en coordinación con el gobierno de ese estado y la Policía Federal Preventiva, en un nuevo plan que se basa en tres acciones escalonadas que son: combatir el consumo, el abasto de especies, y el retiro de puestos de venta.
Para que este plan sea efectivo se contempla la reubicación definitiva en actividades legales y productivas de las personas que hasta ahora han vivido tanto del tráfico de especies y subproductos de la vida silvestre animal y vegetal, como de su comercialización en los puestos de venta ubicados en los bordes de la carretera federal 57 que une a la capital potosina con Matehuala.
La ubicación del tramo donde se ubica la mayor cantidad de los vendedores ilegales está entre los kilómetros 94 al 106 en la dirección norte-sur de la carretera referida.
Durante décadas, Charco Cercado ha representado un centro de acopio, distribución y venta de vida silvestre. El 70 por ciento de ésta, procede de los estados de Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León, Hidalgo y Zacatecas, y el 30 por ciento restante del propio estado de San Luis Potosí.
En los años 90, 94, 97, 2002 y 2003, se llevaron a cabo operativos de autoridades ambientales en coordinación con otras fuerzas, pero no fue hasta 2004 y 2005 cuando se inició un programa distinto.
El gobierno de San Luis Potosí y la Profepa realizaron acciones de concientización a partir de la distribución de volantes y la colocación de anuncios espectaculares disuasivos en los principales puntos de venta.
El nuevo plan, que se fundamenta en las acciones de combate al consumo, el abasto y el retiro de puestos de venta, ya arroja sus primeros frutos, lo que se observa en una disminución de la demanda y la reubicación de vendedores tradicionales en otras actividades económicas.
En estos días se inicia el regreso de miles de paisanos y turistas hacia Estados Unidos y se incrementa por lo tanto el tránsito vehicular por la carretera federal 57, por ello, la Profepa y las otras instancias, se aprestan a librar otra batalla disuasiva, que es la preferida para la Institución, pero que llevará a cabo acciones legales si son necesarias.
Las sanciones a las que están sujetos las personas que posean y comercialicen con la vida silvestre van de 20 a 5 mil veces el salario mínimo de acuerdo al artículo 122 de la Ley General de Vida Silvestre
jueves, 28 de agosto de 2008
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